sábado, 7 de abril de 2012

Hombres/2

Amanece una vez más y no lo sabe. Sólo sabe que despierta, que su cuerpo se despega de la cama  y la ducha caliente y el mate amargo y el colectivo demorado y luego, lo otro.
Tuvo una vez una sospecha, un minuto de clarividencia en el que creyó amanecerse al mundo y que el mundo se abría para él como una selva colmada de amores y pensó que había infinitos ríos esperando mojarle los pies y que el campo estaba todo ahí para ser visto y que había melodías que sabrían estremecerlo en algún rincón al que jamás había entrado, imaginó mujeres esperando sus caricias y se creyó capaz de acariciarlas.
Después vino el 103 y después, lo otro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario