viernes, 19 de abril de 2013


La muchedumbre enfurecida
sacudía lo que les sobraba
mientras el metal deformaba sus rostros
pedían ser escuchados los mudos de ayer
desde sus balcones
y la muchedumbre enfurecida gritaba
el hombre tras el micrófono decía y desdecía
sin que nadie escuchara la mentira
porque en la calle la muchedumbre enfurecida gritaba
en cambio
y descambiados
a esa hora nosotros buceábamos
de ojos y piel abiertos
algunas voces brotaban puntiagudas
y tomábamos aire para nadar más profundo
nadie se enteró de nuestras banderas
porque afuera la muchedumbre enfurecida gritaba